En el fondo, ahorrar energía no depende solo de paneles o tarifas, sino de entender cómo pensamos. Cuando cambiamos la emoción asociada al ahorro —de sacrificio a satisfacción— el resultado se vuelve natural y duradero. La neuroeconomía demuestra que el verdadero interruptor está en la mente.
Blog Electricidad y gas

⚡ Neuroeconomía del ahorro: por qué nos cuesta cambiar hábitos energéticos

🧠 Neuroeconomía del ahorro: cómo funciona el cerebro energético En 2026, la ciencia del comportamiento y la neuroeconomía se han […]